 |
| Tomada de teatronacional.co |
Primo Rojas es un actor, escritor y director de teatro bogotano que se caracteriza por un estilo único en el escenario. Las Botas del Tío Manuel, obra ganadora del Premio de Creación del Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá en 2001, cuenta una historia que gira alrededor del Tío Manuel, un campesino que logró con mucho esfuerzo enviar a sus hijas a la ciudad para que tuvieran un "mejor futuro".
Sin embargo, ellas sienten vergüenza de su origen humilde y no quisieran tener que revelarlo ante sus "elegantes" amigos. Es por culpa del "arribismo, origen de todos los males", como se dice al comienzo de la obra.
Lo que más me llamó la atención es que Rojas logra representar a todos los personajes él solo. Nadie más está en escenario. Solo una mesa, una silla y una botella de agua. Es admirable. "Vaya usted y párese solo 10 minutos frente a toda esa gente a ver si aguanta sin tomarse aunque sea un sorbito", me dice la voz de una mala imitación de Primo Rojas que se acaba de crear en mi cabeza.
Es que el estilo de Primo Rojas es extraño. Todo es extraño. Su ropa, su pelo, su maquillaje. Extraño, pero agradable. Realmente uno no sabe a ciencia cierta si él camina en el escenario en algún momento o si, por ejemplo, en el saludo inicial al público se trata de otro personaje más de la obra. Tal vez sí. Tal vez no.
El relato es una mezcla de humor negro, ironía y sátira. Pero no es una risa que se quede en el chascarrillo. Va más a allá si el asistente quiere. Si no, puede quedarse en una simple anécdota. Eso es lo valioso de Las Botas del Tío Manuel. La reflexión que trae inmersa. Y por supuesto, que se pasa un muy buen rato.
Por estos días está en temporada en el Teatro Nacional La Castellana de Bogotá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario