La ópera prima de Theodore Melfi es un viaje por situaciones que existen prácticamente en todas las ciudades del mundo. Solo que no las vemos. Melfi logra rescatarlas en su relato "St. Vincent", un filme de 102 minutos que obtuvo su nominación a los Golden Globes 2015 sin tener triunfo. Lástima.
Bill Murray es el encargado de personificar a Vincent. A Murrra y siempre es agradable verlo. También es posible ver a Naomi Watts en un personaje muy distinto a los que nos tiene acostumbrados. El elenco lo completan Mellisa McCarthy (Mike&Molly) y el niño Jaeden Lieberher quien se encarga de plasmar en ternura, inteligencia y verdad a Oliver.
La película transita de la risa al llanto, de la alegría a la ira y de la ironía a la reflexión. Es un buen filme para ver. Una historia muy bien contada, robusta y sin cabos sueltos. Inspiradora, sin lugar a dudas.
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