martes, agosto 28, 2007

Reseña de Buscando a Miguel


Buscando a Miguel
Buscando a Miguel - Afiche
En días pasados se estrenó en el país Buscando a Miguel, largometraje de Juan Fisher. En esta racha de películas colombianas de calidad, con una técnica de talla internacional, historias novedosas y con talentos respetables, decidí ir a verla.


Buscando a Miguel es una película con una temática poco novedosa por la realidad en la que vivimos y la variedad de personajes que se encuentran en este país. Habitantes de la calle, recicladores, hampones, travestis, putas y maricas. Al juntar esto con un político amnésico después de una buena dosis de escopolamina, el resultado puede ser interesante. Y lo es. Un político de barrio, tradicional de esta democracia, cae en el juego y termina encontrándose a sí mismo después de una vivencia traumática hasta el fondo. La historia es basada en la vida real, parte de una noticia que leyó el director sobre un tipo que se levantó en la morgue de Barranquilla. Decide unir ciertos eventos y crea la película.

Mi crítica a esta segunda película de Fisher va más hacia lo técnico. Sé que a lo mejor pretendió utilizar una estética documental, pero no alcanza a lograrlo. Los tiempos han cambiado y las películas tipo Sergio Cabrera (con problemas de sonido, lipsync, grano) ya están mandadas a recoger. Una buena historia y un universo creíble, a ratos, valen más que la misma estética. Pero cuando una historia tiene sus partes cursis, sus diálogos forzados y situaciones gratuitas, se nota más la carencia de un trabajo de fotografía de nivel.

Por más look documental que se quiera tener en una pieza cinematográfica, este no puede ir en contra de la calidad visual de un producto. Otra verdad acerca de Buscando a Miguel es que no se puede hacer teatro en televisión. En Colombia adoptamos el modelo occidental y no el europeo. Con esto quiero decir que si bien en Inglaterra los grandes actores del séptimo arte, e incluso el mismo séptimo arte tienen su origen en el teatro, no pasa lo mismo con el modelo occidental. Una cosa es ver a Shakespeare en el teatro, y otra muy diferente es ver una adaptación al cine. Son lenguajes distintos, estéticas diferentes y actuaciones diferentes.

La actuación de la veterana Laura García, puede que sea remarcable en las tablas, pero en la pantalla grande, deja entrever esa pasión por el teatro; que no quiere decir que esté mal, sino que no va bien con lo que es el cine. No combina su “exagerada” expresión corporal y verbal con el marco de lo que es una película.

El personaje por el que vale la pena ver la película es, sin duda, el que interpreta Hernán Méndez. Él, interpreta a un reciclador que ayuda a Miguel en esa búsqueda personal. Aunque a este actor lo están encasillando en este tipo de papeles (Caballos de fuego, La Primera Noche), él dice que no le preocupa, pero lo que sí es cierto es que lo hace muy bien.


¿Ya viste Perro Come PerroEl Colombian Dream o Los Coristas?

2 comentarios:

  1. Anónimo10:43 a.m.

    Amigo, el modelo europeo es el modelo occidental. Es más, ellos fueron quienes lo impusieron en América. El modelo de cultura occidental se refiere a todo lo que se desprende de los cánones originados por los griegos. Se usa, por lo general, en contraposición a los esquemas asiáticos.

    Por lo demás, estoy bastante de acuerdo con las apreciaciones de la reseña. A mí me gusta este blog y se te nota el esfuerzo por escribir cada vez mejor.

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  2. De acuerdo con las fisuras en el guión y los problemas en la fotografía, al que yo le sumo un grave problema en la edición y la armada final. Pero desarrollo estas ideas en mi post, que respetuosamente le invito a leer:
    http://oscarfelipechavez.blogspot.com/2007/12/buscando-miguel.html

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