Reseña de Inception

En el tiempo que llevo asistiendo a salas de cine no había visto nunca un acercamiento al mundo de los sueños de la forma en que Christopher Nolan lo hace. Trabajar el tema del subconsciente es complicado cuando se aborda en textos académicos. Nolan en la pantalla nos lo muestra de una manera majestuosa. Un mundo onírico por excelencia. Además de eso, no solo nos presenta su visión, sino que nos introduce, nos hace ir cada vez más y más profundo.

La acción de la película está basada totalmente en los sueños de las personas. Esto también le permite jugar con reglas que en nuestra realidad serían inquebrantables. Nolan es un maestro no sólo por dar vida a una historia verosímil, llena de acción e imágenes que ponen los pelos de punta. No. Una vez escrita su obra, se rodea de los mejores. Hans Zimmer con su batuta crea una música con una fuerza dramática importante. En palabras de Ellen Page, es un personaje fundamental. Y sí que lo es. Las notas compuestas por Zimmer, la armonía lograda son un complemento perfecto, un ingrediente imprescindible para que el mundo de Nolan gire sin ningún tropiezo.

El manejo de la temporalidad es cuidadoso, minucioso, sin errores. Vemos no sólo una película, sino dos, tres, o hasta cuatro. Por un lado unos personajes buscando cumplir su misión. Por otro, una música que nos persigue, nos alerta, nos motiva, nos asusta, nos tranquiliza, nos hace llorar. Y finalmente, unas secuencias de acción memorables, muy bien logradas y justificadas ciento por ciento.

Inception ha llegado para convertirse en un filme de culto de la ciencia ficción. Es una película, una experiencia que no pueden dejar de vivir. Yo la vi. La soñé. La volvería a ver. O tal vez no he ido. Tal vez, la soñé. Tal vez me la implantó Nolan en mi mente para creer que la vi y hacerme escribir estas líneas. ¿soy yo el que está escribiendo?

En este vínculo pueden echar un vistazo a la premiere. Unas entrevistas y una presentación musical a cargo de Zimmer que los dejará con la boca abierta.