miércoles, abril 23, 2008

Perro come perro


Estaba ansioso por ver la película. Había oído hablar de ella desde hace más de un año en alguna de sus exhibiciones de Festivales. Hasta que se anunció su estreno el 18 de este mes. Perro Come Perro se convierte desde ya en una nueva exponente de la oleada de buen cine que ha presenciado el país en los últimos años.

El filme de Carlos Moreno es una puesta en escena diferente. La mezcla que realiza de violencia, traición, brujería y un humor negro caleño-colombiano se convierte en la armonía completa de la película.
A pesar de ser una historia simple (un muerto, una plata, un patrón), las relaciones que se tejen entre sí, logran crear una serie de situaciones cómicas, dramáticas, estresantes, violentas y hasta oscuras y místicas.
El tecnicismo de la película no es una cosa del otro mundo, pero sí lo es su fotografía, su carta de colores, que ilustran y convergen con esa Cali, capital de la salsa, llena de ladrones, asesinos a sueldo y patrones poderosos. Aunque su cámara al hombro es intensa durante los primeros 20 minutos, se justifica totalmente a medida que la historia avanza.
En Perro Come Perro la velocidad con que suceden las cosas es extraña. Todo sucede de afán, pero a la vez, el tiempo se prolonga en los momentos de angustia, se nota esa parsimonia de los vallunos, incluso de los delincuentes.
Así es pues que la ópera prima de Carlos Moreno se ha ganado con creces todos sus méritos internacionales, al igual que su protagonista Marlon Moreno. Ojalá pues que la taquilla en Colombia siga respondiendo a las películas nacionales cada día mejor.
Esto, entusiasma y ayuda no solo a mejorar la calidad de lo que vemos, sino también colabora para que cada día más empresarios vean en el cine un buen negocio.


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